EMIGRAR: Una Maleta, un Destino, una Nueva Vida.

Un día como hoy hace 3 años emprendimos un viaje... llenos de dudas de ilusiones y sueños, de una mano mi compañero de de vida y de la otra mi maleta, solo con la firme convicción de que salía con quien quería, hacer mi vida a buscar algo mejor, para nosotros, para mi familia.... Estados Unidos! un destino que creí temporal ha sido el lugar donde desde que toque la primera puerta… la casa de tía… me recibió con gran cariño y cobijo.

Los cambios fueron extremos, tanto que entendí que sólo los valientes podrían enfrentarlos.... Así decide llamarme sin ánimos de amedrentar a nadie, solo para darme el animo de esforzarme, pero en el fondo de mi corazón con unas ganas enormes de ser cobarde y regresar a mi casa.

Me despertaba cada mañana a seguir y poco a poco lo fui comprendiendo Dios nos hizo estar aquí con una misión especial  RENACER.

Sí, y así dejar de hacernos las víctimas y empezar a valorar las oportunidades que nos dan otros.

Para alejarnos de la soberbia.

Para dejar a un lado el complejo de “tu no sabes quien soy yo”

Para aprender a sustituirlo por “quiero saber quien eres tu y aprender de ti”.

Para aprender a ser mas empáticos con quienes hoy nos abren las puertas de su país.

Para dejar de lado la “viveza criolla” y empezar hacer “todas las cosas como son”

Este mensaje quizá lo entiendan más los que se han ido,  pero también los que se quedaron y quieren una calidad de vida mejor, debemos más allá de nosotros mismos ayudar, integrar, ser sensibles, defender el valor por la vida y la humanidad, entender que no podemos  marginar a nadie porque el otro  también tiene necesidades y quizás una historia más dura que la tuya, construir con esfuerzo y trabajo arduo lo que realmente se quiere, fomentar en nuestros hijos, amigos y hermanos los verdaderos valores morales.

A los que emigramos no nos queda mas que abrazar con amor la ciudad que nos recibió, incluso  quienes aún llegan, aprender de ellos, tener humildad y cooperación. Valorar tú palabra y HACER a lo que fuimos mandados  y nunca dejar  de hacer.

Aprendamos que no  viajamos a buscar reconocimientos, creyéndonos  más, o pensando que el camino será fácil, ten respeto por la cultura que te acoge, honra que te permitan comer en su mesa y seamos agradecidos por cada oportunidad.

Confieso que algunas veces he sido ingrata y lo he tenido que aprender.

Cuando damos un nuevo inicio en nuestras vidas, lo más importante es recordar que no estamos empezando de cero, ahora empezamos desde la experiencia y  vamos caminando la vida como una ofrenda de Amor que indudablemente debemos atesorar.

Amor por nuestro país, lejos del egocentrismo de querer ser y hacer primero que los demás, pero amor también por eso que llega nuevo.

Disponernos para agradecer y regocijarnos en lo más simple, tomar lo más importante de cada momento, de cada Ser, de cada situación, cada lugar, recordando que todo está y viene a ti como parte de tu proceso de aprendizaje.

Agradecer nos prepara para lo que debemos aprender y hace más liviana la tarea, justo porque ya no hay necesidad de señalar, juzgar, buscar culpables; solo te vas haciendo responsable y estas abierto a todas las posibilidades que el Universo tiene para ti.

Tengamos presente esto que una vez leí y sé que son leyes universales de las sabidurías más antiguas:

La persona que llega a ti es la persona correcta.

Lo que sucede es la única cosa que podría haber sucedido.

En cualquier momento que algo comienza, es el momento correcto.

Cuando algo termina, termina. 

De verdad deseo que puedas encontrar eso que le dé el verdadero sentido a tu vida, que te ayude a servir a otros con amor mientras te mantienes enfocado en lo que realmente quieres tener.

No puedo decirte que esto ha sido perfecto, pero sí que he podido entender que quizás en cada punto del planeta donde hay un venezolano, Sí podemos recrear un pedacito de Venezuela que sea  honorable,  humana y que  le sirva de herencia, para que nuevas generaciones  levanten con orgullo el tricolor nacional.

Venezuela va a RENACER, pero tenemos que entender que esto ocurrirá dentro de cada Venezolano, ese que entienda su valor, ese que quiera y este dispuesto con las manos limpias a trabajar por más, cuando como sociedad unidos cooperemos con otros sin esperar beneficios y dando lo mejor.

Yo por mi parte solo puedo decir gracias… GRACIAS a quien creyó que podía y quienes no también,  porque todo esto que una vez elegí me ha enseñado,  pero principalmente me doy gracias a mí misma, por luchar hombro a hombro cada día tras mis sueños, venciendo los miedos, temores y miles de inseguridades.

Si estas allá o aquí pueda que te identifiques conmigo…. HAZLO! No se si el destino nos quiera separados de nuestra patria o quizás nos prefiera unidos; así sea de corazón, pero en mi caso el viaje continúa…. y no puedo mas que ser agradecida!

Te Bendigo!

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